Si te interesa vivir en otro país y estás pensando que como abogado no puedes trabajar fuera del lugar donde estudiaste, esto te interesa.
Hace cuatro años llegué a Nueva Zelanda con el propósito de estudiar una maestría en derecho comercial y corporativo en la Universidad de Auckland para poder mejorar mis oportunidades laborales en México. El curso duraría 1 año. Yo tenía pensado después de terminar mis estudios buscar una pasantía (internship) o algo parecido para poder agregarlo a mi currículum como experiencia de trabajo en el extranjero. Después de esto volvería a México.
En ese entonces pensaba que hacer una maestría iba a ayudarme a mejorar mis habilidades de comunicación en inglés y me daría herramientas que me permitirían buscar un mejor trabajo en un despacho (firma de abogados) o una empresa al volver a México. En varios lugares donde trabajé en México, tener una maestría de un país donde se habla Inglés era vital para poder progresar en la escalera profesional. Es algo que muchos empleadores valoran y por lo mismo genera mejores oportunidades de trabajo e ingresos.
Si te interesa saber más sobre opciones de programas y cómo elegir uno, te recomiendo leer éste artículo para saber más sobre este tema.
Durante la maestría, mi plan original cambió un poco. La Universidad de Auckland apoya a sus estudiantes internacionales a conseguir trabajos en varias industrias y yo tuve la fortuna de conseguir un trabajo como abogada comercial en Simpson Grierson. Uno de los despachos más grandes del país y líder en materia comercial. Nunca imaginé que podría ser posible trabajar en mi materia de la manera en la que lo hago hoy en día en un país diferente al país donde estudié derecho.
Si quieres saber más sobre cómo transferir tus habilidades a otra jurisdicción te recomiendo leer éste artículo para saber más del tema.
Llevo 4 años viviendo en este hermoso lugar. Después de 1 año de maestría y 3 trabajando como abogada comercial y corporativa, quiero hacer un resumen de cómo ha sido mi experiencia hasta el momento. En este artículo quiero compartir como ha sido mi vida en estos últimos 4 años y las lecciones que he aprendido (incluyendo qué haría diferente).
Mi experiencia en la Maestría
La maestría fue la razón principal por la que decidí venir a Neva Zelanda. Mi idea era mejorar mis oportunidades laborales pero también quería viajar a este lado del mundo (el cual nunca había explorado). Elegí hacer un programa presencial en el cual tomé cuatro materias (Corporate Finance, Competition Law, Introduction to NZ Law e International Trade Law). En NZ las clases son semanales y se aprueba el curso mediante un ensayo de aproximadamente 12,500 palabras en el cual los estudiantes de manera individual durante el semestre analizan algún tema relacionado con la materia.
Estoy muy contenta con el programa que hice, lo único que haría diferente sería tomar la clase de inteligencia artificial en lugar de la de competencia económica, ya que no fue un tema que me interesara mucho al final del semestre. Si volviera a hacer esta maestría buscaría materias de temas únicos como el de inteligencia artificial que no se pueden estudiar con frecuencia en otras universidades.
Una lección muy importante fue que mi experiencia en México fue vital para poder conseguir un trabajo en NZ. Te recomiendo tener unos 3 a 5 años de experiencia antes de hacer un programa de maestría en el extranjero si tu intención es quedarte a trabajar en ese país.
Qué tal va el Trabajo
Al igual que en México, me dedico al derecho corporativo y comercial. Realmente la materia en la que trabajo no ha cambiado mucho. Sigo dando opiniones legales sobre estructuras para grupos de empresas, asesoro en fusiones y adquisiciones, escribo documentos que tienen que ver con el gobierno corporativo de las empresas de mis clientes y también escribo y hago negociaciones de contratos comerciales de todo tipo (contratos entre accionistas, contratos de compraventa de acciones y de servicios en general). Lo único que ha cambiado de manera drástica es que ahora trabajo todos los días en inglés (jurídico y de negocios) y casi nunca necesito hablar o leer en español (solo hemos recibido unos 10 documentos en 3 años, así que hablar español no es realmente algo que agregue mucho valor a lo que hago en el día a día). No obstante lo anterior, este año tuve dos clientes que no hablaban inglés y tuve que participar en un par de juntas donde tuve que traducir la asesoría que les dimos y las dudas que ellos tenían a otros abogados.
Esta transición no ha sido fácil, algunos días son mejores que otros. Hay días en los que me puedo expresar perfecto y me siento muy orgullosa de lo que digo o escribo pero hay otros días en lo que me siento bastante frustrada porque siento que el nivel de lo que hago no está al nivel de algo que haría si lo pudiera hacer en español. Supongo que es normal y claramente he notado una mejoría en todo lo que hago ahora a comparación de lo que hacía hace 3 años cuando comencé a trabajar aquí en el despacho, pero no deja de ser desafiante cuando hay documentos muy técnicos.
Lo bueno es que mis jefes me apoyan mucho y me han dado la oportunidad de hacer algunos cursos y entrenamientos para entender mejor el estilo con el que se escribe aquí en NZ y el lenguaje que debo de usar en ciertas circunstancias. Por ejemplo, contrataron a una editora que me ayudó a mejorar mi estilo de escritura y que revisaba mis correos electrónicos para darme ideas para mejorar. La única forma de mejorar en esta materia es con continuo entrenamiento, todos los días se aprende algo nuevo y es necesario poner dedicación y esfuerzo. No hay un producto o aplicación mágica que te haga mejorar de un día para otro. Hay que afrontar el miedo de hablar en público, de mandar un correo electrónico y de escribir contratos o documentos técnicos. Vale la pena intentarlo todos los días por la calidad de vida con la que vivimos en este país.
En general me siento integrada en el despacho y me siento en un ambiente laboral que valora muchísimo el equilibro vida personal/trabajo. En 3 años no he tenido que trabajar ningún fin de semana, ni he tenido que quedarme más allá de las 10 pm (y esto solo unos 2 o 3 veces en todo este tiempo). Aquí el horario de trabajo es de 8.30 am a 5.30 o 6 pm y la gente incluyendo los clientes tienen un ritmo de vida mucho más tranquilo del que tenía en México.
El despacho tiene aproximadamente 40 socios y más de 200 abogados trabajando en 3 oficinas en el país. El equipo en el que trabajo se conforma de 3 socios, 4 abogados abajo de ellos que son los que tienen mas experiencia, unos 3 abogados con nivel intermedio y 6 abogados más jóvenes (incluyendo pasantes). En el despacho hay abogados de otras jurisdicciones como Brasil, Sudáfrica y Reino Unido.
Aquí en Nueva Zelanda es común encontrar profesionistas de otros países, ya que la migración es un fenómeno importante para el desarrollo y crecimiento del país. En mi primer año en el despacho estaba muy preocupada por cómo iba a implementar mi experiencia a lo que ya sabía hacer, pero en una jurisdicción diferente en la cual no conocía la ley. Finalmente me di cuenta que, como abogada en materia comercial y corporativa, lo importante es resolver el problema de manera creativa y eso lo hacemos buscando soluciones con las habilidades que hemos desarrollado en nuestra experiencia profesional. La ley en México cambia constantemente y no es extraño tener que familiarizarnos con leyes nuevas. Por eso, al estudiar la ley de sociedades mercantiles de Nueva Zelanda, es fácil asociar los conceptos de accionistas, directores, asambleas, etc.
Para poder ejercer como abogado en Nueva Zelanda no es necesario estar admitido en la Corte alta de Nueva Zelanda o registrado con la New Zealand Law Society (que es una asociación de abogados aquí en este país, algo así como una barra o un colegio de abogados). La única condición es no litigar o asesorar clientes en procesos judiciales. No obstante eso, yo estoy haciendo un proceso para ser admitida en esta asociación y desde hace dos años estoy estudiando algunas materias en la universidad que me darán la oportunidad de convertirme en abogada admitida aquí en NZ.
Si te interesa saber como se pueden reconocer tus estudios en NZ te recomiendo leer éste artículo para saber más del tema.
Otro punto fantástico en el ambiente laboral de NZ es que tengo 20 días hábiles de vacaciones cada año y aquí me dan oportunidad de estar enferma hasta 25 días hábiles al año. Mi proyección profesional también se ve muy prometedora. La meta máxima es ser socia del despacho y esto es posible a pesar de ser Mexicana y haber estudiado derecho en México y no en NZ. Este año solicité una promoción y felizmente me la dieron.
Lo malo es que algunas veces se les olvida que el inglés no es mi lengua nativa y para ellos es natural esperar de mí que me comunique al mismo nivel que cualquier otro abogado del despacho. Esto no es terrible, pero algunas veces me lleva más tiempo que a otros redactar algunas opiniones legales muy técnicas.
El sueldo, no obstante que es bueno y me permite vivir una vida muy cómoda, es insuficiente para ahorrar de manera considerable para comprar una propiedad en NZ. El costo de vida en NZ es muy alto y los jóvenes tienen dificultades para acceder a créditos hipotecarios que no impliquen un suicido financiero.
Un último punto es que al ser un país más pequeño el volumen de trabajo y la exposición que tienen los abogados jóvenes a diversos asuntos es menor que en México. Esto quiere decir es que hay un volumen menor de asuntos/trabajo y por lo tanto no se tienen que hacer tan frecuentemente ciertos documentos (y debido a esto se aprende mas lento). Por ejemplo, en el despacho donde trabajaba en México, en un mes tenía que hacer al menos unas 30 actas de asamblea, aquí en NZ si tengo que hacer 5 es mucho. Esto causa que los abogados no tengan mucha experiencia o que no adquieran habilidades tan rápido como lo harían en otros lugares donde hay muchísimo más trabajo. No obstante esto, en el despacho donde trabajo todos recibimos entrenamiento constante y tenemos muchas herramientas que nos permiten desarrollarnos y estar actualizados con la legislación vigente.
Cómo es la Vida en NZ desde la perspectiva migrante
En resumen la calidad de vida en Nueva Zelanda es fantástica. No hay contaminación y la ciudad es en general muy segura. Yo vivo en Auckland, la ciudad más grande de este país con alrededor de 1.6 millones de habitantes. Es una ciudad muy bonita rodeada de mar y naturaleza por todas partes. El proceso migratorio no ha sido fácil, podría escribir muchísimo acerca de mi experiencia en trámites migratorios, pero eso es un tema diferente. Lo que quiero documentar aquí es que la adaptación al país en general fue sencilla.
Cuatro aspectos de mi rutina que han cambiado desde que llegué a NZ:
· Medio de transporte y tiempo de traslado (en México manejaba todos los días al menos 1 hora para ir al trabajo y 1 hora para regresar a mi casa, en NZ tomo el tren que está a 5 minutos manejando de donde vivo y en 12 minutos estoy en la ciudad, cruzo la calle y llego a mi oficina, mi tiempo de traslado y el esfuerzo se han reducido considerablemente).
· Balance entre el trabajo y mi tiempo personal (como lo comenté arriba, mi horario de trabajo en NZ es mas o menos de 8.30 am a 6pm, en México entraba a trabajar a las 9 am pero salía a las 8pm y algunas veces tuve que trabajar los fines de semana y estar disponible en otros horarios para situaciones con algunos clientes).
· Calidad de vida (La ciudad de México desafortunadamente se ha vuelto una ciudad insegura y con mucho tráfico lo cual causa contaminación y estrés. El balance de vida entre el trabajo y el tiempo libre me da la oportunidad de hacer otras cosas durante los días de la semana como ir a la playa, salir a caminar y ver a algunos amigos. La naturaleza que nos rodea definitivamente ha calmado mis niveles de estrés y me hace sentirme muy contenta en el día a día).
· El idioma en el que trabajo y vivo (en México tenía algunos clientes que hablaban inglés, pero nunca había tenido que hablar y trabajar todo el tiempo en inglés. En el despacho no hay nadie más aparte de mí que hable español, por lo que el inglés es mi única fuente de comunicación. Fuera del trabajo vivo en español e ingles (spanglish). Entre amigos de todas partes del mundo nos tenemos que comunicar en estos dos idiomas).
Migrar a otro país no es una tarea sencilla, pero en mi caso siento que ha valido mucho la pena. Esta oportunidad de desarrollarme profesionalmente en algo que me gusta en un país que me ofrece seguridad y una calidad de vida como la actualmente tengo no la cambiaría por nada. Si es difícil estar lejos de la familia y amigos de México, pero la tecnología ha sido de gran ayuda. Debido a la pandemia no había podido venir a México desde hace 3 años y ahora por fin estoy aquí disfrutando de mis amigos y familia. No obstante esto, estoy contenta de saber que en enero regresaré a NZ a un año lleno de nuevos proyectos.
Si te interesa migrar a Nueva Zealand o a otro país no dudes en escribirnos. Nos gustaría saber cuál ha sido tu experiencia y si tienes dudas en lo que podamos nos dará mucho gusto ayudarte. Gracias a los artículos que he escrito he podido conocer a más abogados que viven en NZ y en el extranjero con los que comparto este interés de practicar derecho en otras jurisdicciones. Nos dará mucho gusto conocer tu historia y aprender de ella.
Maria Nieto
Directora y fundadora de Pink Fern Consulting
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